“Me levanto a las tres, voy a la tienda, a las ocho entro en clase y cuando salgo, a las doce, ordeno trastos en la tienda de una señora, hasta las siete de la tarde. Me pagan unos 15 o 20 quetzales diarios, pero me dan la comida todos los días, de lunes a domingo”. La que habla es Alicia, tiene 12 años, menuda como se puede ser con 65 libras -29 kilos-. Trabaja en una venta de aparatos eléctricos en el mercado de la Terminal, zona 4.
Ella es una de los 400 niños inscritos en el Programa de Educación de Niños, Niñas y Adolescentes Trabajadores (PENNAT) en mercados del país. En los tres centros de la Terminal, la organización ofrece educación a 125 alumnos inscritos.